Alimentos que combaten el síndrome premenstrual


Para algunas mujeres, el síndrome premenstrual puede llegar a ser un mal muy incómodo y difícil de controlar. Acercarse a ese momento del mes implica una serie de síntomas físicos y fisiológicos bastante fastidiosos, como consecuencia de la acción de las hormonas. Pero no todo está perdido, ya que pueden tomarse previsiones para aminorar esa carga.

Aliados

  • Lo vital es lo primero: el agua. Como durante esos días la retención de líquido es importante, se debe consumir más agua que lo acostumbrado. Hasta tres litros es lo ideal, para así eliminar toxinas y bajar la hinchazón.
  • Los carbohidratos fibrosos como verduras, hortalizas, frutas, cereales (en raciones más pequeñas), legumbres y tubérculos son bienvenidos. Contribuyen a la saciedad, su digestión es más fácil y mejoran el tránsito intestinal.
  • En el lote de qué incrementar, entran las proteínas. Estas ayudan a saciar el hambre, que tiende a acentuarse, y mejoran el estado anímico. De donde sea que provengan, origen animal o vegetal, su consumo se recomienda ampliamente. Entre otras, carnes, pescados, aves, huevos, lácteos y frutos secos. En cuanto a los lácteos, hay que vigilar cuáles se seleccionan y cómo es su tolerancia.
  • Y llegó el momento de las grasas insaturadas, porque son las que mejor se asimilan y utilizan. Son la panacea para atenuar los desequilibrios hormonales y, por ende, su impacto. Las ricas en ácidos grasos omega-3 regulan la congestión que, en algunos casos, incluye fiebre y dolor. Es la hora del aceite de oliva, los frutos secos, el aguacate y el pescado azul.

Oponentes

  • Si de lo que se trata es de reducir, la sal y los azúcares sencillos entran en ese lote. Mientras menos se consuman, mejor. De esta manera se impide el incremento del agua extracelular y, por ende, baja la inflamación.
  • Otros a limitar son los carbohidratos almidonados y de alta carga glucémica, ya que su tolerancia disminuye durante ese momento del mes. Por ejemplo, el arroz blanco, la papa sin piel y las harinas refinadas: galletas, bollería, pan blanco, pastas y pizzas.
  • Si bien las proteínas están en la lista de los alimentos indicados, las legumbres deben exceptuarse, ya que tienden a inflamar y crear malestar estomacal.
  • Igualmente hay que medirse con las grasas saturadas y trans, procedentes de las carnes rojas, de los lácteos enteros, de los embutidos o de la bollería.
  • El alcohol se debe suprimir porque agrava los malestares que se presentan en ese período.
Fuente: https://www.cocinayvino.com/


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