Entonces, el consejo es muy simple: cambiar los alimentos con harina blanca, como los panes y las tortas, por harinas más sanas y nutritivas.
Las carnes procesadas tienden a formar parte de su cotidianidad en los formatos de la salchicha, tocineta, mortadela, jamón, entre otras.
Sin embargo, estos elementos son famosos por la influencia cancerígena. Según un informe de la Organización Mundial de la Salud, estos alimentos pueden agravar el riesgo de cáncer de intestino.
Una encuesta fue realizada con más de 200 mil mujeres por cerca de 15 años. Todo fue muy simple: el 50% de las participantes bebía todos los días, la otra mitad no. Se registró un crecimiento del 30% en el índice de cáncer de mama de quien bebía todos los días.
Esto significa que una copa de vino al día puede hacer bien, pero el exceso afecta su integridad física y mental. Los principales tipos de cáncer entre los dependientes de alcohol se encuentran en la boca, el esófago, el hígado, el colon y el recto. ¡Manténgase atento!