Equilibra los niveles de glucosa
Las sustancias contenidas en las cebollas, especialmente el cromo y la glucoquinina, juegan un papel clave en la estabilización de los niveles de glucosa en el torrente sanguíneo.
Por lo tanto, estas sustancias actúan en el organismo como un tipo de insulina vegetal, inhibiendo naturalmente la necesidad de comer dulces, previniendo y combatiendo la diabetes tipo 2.
Estimula la circulación sanguínea
El consumo regular de cebolla también tiene efectos beneficiosos para el flujo sanguíneo, previniendo la obstrucción de las arterias.
Este efecto, además de prevenir la formación de coágulos, también es un factor determinante para reducir los niveles de colesterol malo, LDL.