Sin embargo, las grasas del aceite de oliva ayudan a regular estos problemas, haciendo con que no haya pérdida importante de memoria.
El aceite de oliva ayuda a estimular la producción de insulina por el cuerpo, manteniendo los niveles de azúcar equilibrados.
También ayudará a combatir las inflamaciones que destruyen las células productoras de insulina y a reducir el nivel de azúcar.
Hace bien para el cabello
Cuando se aplica directamente en el cabello, ayuda a dar brillo, combate el cabello seco, dejándolo más suave.
También estimulará el crecimiento del cabello.
Deja la piel más bonita
El aceite de oliva combate los radicales libres que dañan las células de la piel y son responsables de la aparición de arrugas.
También se recomienda su uso como una crema hidratante.
En este caso va a crear una barrera protectora sobre la piel, dejándola suave y brillante.
Ayuda a los músculos
Después de un ejercicio intenso, el aceite de oliva es capaz de ofrecer lo que el cuerpo necesita para que los músculos se recuperen y se mantengan sanos.
Previene la osteoporosis
Actúa sobre la densidad ósea, evitando que éstos se vuelvan porosos y débiles.
Reduce el riesgo de depresión
Las grasas y otros nutrientes presentes en el aceite de oliva ayudarán a equilibrar el sistema nervioso y a combatir la depresión.