Ponga la leche a calentar (la leche también puede ser en polvo).
Luego vierta en el recipiente donde va a poner los pies.
Remoje sus pies en la leche durante 5 minutos.
A continuación, coloque en los pies (con ellos incluso sumergidos en la leche) un poco de bicarbonato de sodio y frote ligeramente.
Descanse los pies en la leche durante 5 minutos.
Después sólo limpie con una toalla.
Haga el tratamiento durante cinco o siete días.
2. Pasta de arroz
Muela un puñado de arroz hasta obtener de harina fina, adicione unas cucharadas de miel y vinagre de manzana suficientes para obtener una pasta espesa.
Para moler el arroz, sólo hay que poner en una bolsa y golpear con un martillo hasta convertir en polvo o batir en la licuadora.
Si las grietas en los pies son muy profundas, añadir una cucharada de aceite de oliva.
Remoje los pies en agua tibia durante 20 minutos y haga un masaje suave con esta pasta.
Puede dejar la pasta en los pies simplemente retire el exceso.