– Alergia a la lactosa y alergia a la proteína de la leche es lo mismo
Mito. Cuando hablamos de alergia a la lactosa, estamos hablando de la falta o deficiencia de la producción de la lactasa, que es una enzima que sirve para digerir la lactosa. Por eso, quien tiene alergia a la lactosa acaba sufriendo con diarrea, ya que la sustancia es fermentada por bacterias presentes en el intestino grueso. La alergia a la proteína de la leche es sólo la respuesta del sistema inmunológico del cuerpo, éste entiende que es un cuerpo extraño y necesita combatirlo, lo que acaba proporcionando reacciones alérgicas, como urticaria y diarrea, por ejemplo.
– Quien es intolerante a la lactosa no puede ingerir cualquiera de los productos lácteos
Mito. Existen diferentes grados de intolerancia a la lactosa, pudiendo ser más o menos agresiva.
– La leche fortalece los dientes
Verdad. Es la principal fuente de calcio, contribuyendo así a la buena formación de los dientes, protegiendo las encías y combatiendo caries.
– Leche y sus derivados son importantes para los humanos
Verdad. Ella contiene proteínas, potasio, fósforo y zinc, además de ser una rica fuente de calcio y vitaminas A, B2, B12 y D. Sin contar que contribuye a la prevención de la diabetes y las enfermedades en el corazón.