Por su parte, la Academia Americana de Oftalmología sugiere usar una compresa tibia para calmar los síntomas de la conjuntivitis. Sin embargo, es importante tener en cuenta que su función es simplemente calmante, ya que no curan como tal la enfermedad.
¿Cómo utilizarla?
Primero, sumerge un trozo de algodón o un paño en agua tibia.
En seguida, aplícalo suavemente sobre el ojo, dando pequeños golpecitos.
Asegúrate de usar un paño limpio para no exponer los ojos a más agentes patógenos.
3. Miel de abejas
En una revisión de estudios que se realizó en 2016, se encontró que la miel de abejas es un tratamiento eficaz contra algunas enfermedades oculares. Gracias a su efecto antimicrobiano y antiinflamatorio, su uso externo se destaca como uno de los mejores remedios para las infecciones oculares.
De hecho, la aplicación de gotas de miel tiene un efecto positivo sobre los pacientes afectados por queratoconjuntivitis. Esta condición se produce porque la córnea se inflama como consecuencia del exceso de sequedad.
