Lo peor es que el diagnóstico no identifica que el problema fue el resultado de una sacudida repentina.
Y en el 30% de los casos, el bebé puede hasta morir.
Pero no se equivoque.
Repetimos: el síndrome del bebé sacudido no tiene nada que ver con los juegos que usted hace con su hijo, cómo balancear en los brazos en un columpio para los bebés o en las sacudidas del carrito cuando recorre las calles.
Lo que causa el síndrome son movimientos bruscos, como las fuertes sacudidas para arriba.