Algunas enfermedades hasta hoy desafían la medicina tradicional porque surgen sin causa aparente y nunca se curan.
Los expertos que diagnostican y tratan tales enfermedades no consiguen encontrar la raíz del problema.
Lo máximo que consiguen es mantener a los pacientes por toda la vida bajo la administración de fármacos que sólo retardan un poco el avance del mal.
Entre estas enfermedades, están lupus, esclerosis múltiple, artritis reumatoide y la fibromialgia.
El lupus, por ejemplo, es un gran desafío.
Ella es una enfermedad autoinmune que puede ocurrir en cualquier momento en nuestra vida.
El lupus se caracteriza por una alteración del sistema inmunológico que puede atacar la piel, riñones, articulaciones, pulmones, vasos sanguíneos, células de la sangre, el sistema nervioso, entre otros órganos y tejidos.
Al igual que toda la enfermedad autoinmune, su causa aún no está clara.
La esclerosis múltiple es otra enfermedad de difícil tratamiento.
Ella afecta el sistema nervioso, específicamente el cerebro y la médula espinal.