Use hojas de laurel frescas o si no tiene, cómprelas, pero no las utilice si están secas. Entonces, triture las hojas usando sus manos, aplastándolas hasta que ellas suelten ligeramente un aceite. Después, coloque las hojas y el aceite que liberó, dentro de un recipiente de cierre hermético y cubra. Deje descansar en un lugar fresco y seco y espere por dos semanas.
Después de ese tiempo, cambie las hojas por nuevas hojas de laurel, ya que ayuda a intensificar el aroma. Cubra el recipiente nuevamente y aguarde dos semanas más. Después, cuele la mezcla con un paño de algodón o gasa. ¡Atención! Coloque el paño ya sobre el recipiente donde va a dejar el aceite. Si quiere, añada unas gotas de vitamina E, ya que ayuda a conservarlo.
¡Aproveche todos los beneficios del aceite de laurel!